SI QUIERES LA PAZ PREPARA LA PAZ: CELEBRACIÓN DE LA NAVIDAD ORTODOXA
Resulta extraño y contradictorio que desde el cristianismo se quiera legitimar la guerra o justificar la guerra, la confrontación y el conflicto entre hermanos (rusos y ucranianos, católicos y cristianos o simplemente entre cristianos). ¿Pueden quedarse tranquilas las autoridades eclesiásticas, los Obispos o Patriarcas con todo esto?. ¿Hasta donde puede llegar el cinismo de creyentes o no creyentes para ser participes de guerras y enfrentamientos absurdos?. Es cierto que, no es lo mismo el hecho de defenderse que el de invadir o atacar a otro País o a otro pueblo hermano. Hay mucha gente que mirará para otro lado, que buscará razones donde no las hay, que no se espantará ante esta barbarie. Tampoco es menos ciertos que una buena parte de los soldados que intervienen en la confrontación, excluyendo a los mercenarios, están reclutados entre los más pobres y desfavorecidos, especialmente en Rusia. Los más abastados y poderosos, estarán escondidos o habrán huido del país hasta que termine el conflicto y como mucho se limitarán a financiarlo. Pero siempre serán las personas más depauperadas las que pondrán los muertos en los frentes de batalla. Si examinamos muchos de los conflictos que se han producido a lo largo de la Historia podremos observar que serán estos los que serán aniquilados en los frentes de guerra. Y por si eso, no fuera suficiente, ¿que intereses están defendiendo los que mueren de esa manera?. Los intereses y el statu quo de los mejor situados y posicionados en las sociedades y países confrontados.

En la imagen unos jóvenes sostienen un diorama del Nacimiento de Cristo durante un servicio religioso para celebrar la Navidad ortodoxa en la catedral de San Clemente de Skopje el 6 de enero. Crédito: Robert Atanasovski/AFP/Getty Images
Recogemos aquí el poema realizado hace casi un año inspirado en esta guerra fratricida y pensando en las numerosas familias rotas en Ucrania como consecuencia de la guerra:
EXODO UCRANIANO
No hay hombres
Solo mujeres, niñas y niños
Es la guerra
Un delirio.
Increíble genocidio.
Hasta dónde llegarán estos desórdenes?
No hay hombres.
Esposas, madres, hermanas..
En una encrucijada
Vidas inmersas en la nada.
Es la dana.
Tormenta descontrolada
Allá va la riada
De eslavas abandonadas.
No hay hombres
Calles sin nombre
Sin saber a donde..
La suerte está echada.
Niñas, niños, niñes
No más lenguajes binarios
Un mundo sin horarios
Sin machos
De aprendices
Sin sabios
Apretando los labios.
Es la guerra
No hay hombres
Ni valores en esa tierra.
Abuelas, abuelos
Todos con esmero
Frente al desespero
Sin miedo.
Gritando al cielo.
Este es nuestro suelo
En deshielo
La familia es lo primero.
Cobijada en el subsuelo.
No hay hombres
Europa espera.
Un mundo en pena.
No hay bandera
Solo la condena
Malditos, malditos.
No tiene nombre
Este es su grito.
Cuando un mundo sin banderas?
Apostemos por un final de la guerra, por un mundo sin armas, por las luchas no violentas y para que nadie, nadie y nunca más se enriquezca con las guerras y conflictos bélicos. No olvidemos el poderoso enriquecimiento que están obteniendo ahora las industrias armaméntisticas y los países que las producen. Ah, una contradicción más, pensar que muchos empleos se están manteniendo y creciendo a la sombra de estas industrias y aupados por las guerras¡¡¡¡¡¡. Imaginamos que en todos estos entornos hay cristianos y católicos implicados.
INFELIZMENTE ESTA NAVIDAD NO HA VENIDO ACOMPAÑADA DE NUEVOS NACIMIENTOS A UN MUNDO DE PAZ Y DE HERMANDAD. SI QUEREMOS LA PAZ, CONSTRUYAMOS EL MUNDO DESDE LA PAZ Y LA CONCORDIA ENTRE LOS PUEBLOS.
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