Confinados,
Aturdidos,
Abatidos
Casi esclavizados.
Allí estaban ellas y ellos,
Encerrados…
Sin familiares
A veces entre pinares,
y olivares.
Asustados.
Fue el coronavirus
Su cautivo.
Como almohades
Abandonados.
Sin dioses
En pandemia.
Resistentes
En sus taifas
Residentes.
Se levantaron,
Sin atender a edades.
Se fueron al Pilar,
Como viejos combatientes.
Oraron a la Pilarica
Las mujeres primero,
los hombres postreros,.
Todos con esmero,
Dispuestos a caminar,
de la mano de la Virgen del Pilar.
Desde el silencio,
sin deidad,
con toda su bondad,
se oyó una voz cantar,
TODO LO QUE TU ME DAS,
es la humanidad.
Tomado de: https://www.exlibric.com/producto/peregrino-de-la-luna/.
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