Un colega me hace llegar una nueva enseñanza de Osho, al que sigue como su fuera su auténtico maestro. Me ha parecido interesante y por eso la comparto aquí para que sigamos reflexionando sobre bnuestro quehacer cotidiano.
«Hay una gran diferencia entre madurar y envejecer, una enorme diferencia, y la gente siempre se equivoca. Creen que envejecer es madurar, pero el envejecimiento pertenece al cuerpo. Todo el mundo envejece, todo el mundo se vuelve viejo, pero no necesariamente maduro. La madurez es un crecimiento interior. El envejecimiento no es algo que tú haces, sino algo que sucede físicamente: con el tiempo, cada niño que nace se hará viejo. La madurez es algo que tú aportas a la vida, surge de la consciencia; cuando una persona envejece de una forma plenamente consciente, se vuelve madura. Envejecimiento más consciencia, experiencia más consciencia, es madurez».
(Osho. Madurez. La responsabilidad de ser uno mismo. Pág. 10)
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